Viernes, 29 de Mayo de 2009 16:35 Lilia Martínez
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La segunda limpieza de la desembocadura del Río Grande de Loíza, organizada por la entidad no gubernamental Nuestra Escuela, fue todo un éxito tras lograr sacar cientos de libras de escombros del humedal que bordea el famoso río. En la primera limpieza que se realizó en marzo pasado se recogieron decenas de bolsas de basura.
Entre los escombros recogidos predominaba el material ferroso como incluido en neveras, estufas, parrillas de metal, verjas, ventanas "miami", latas de galletas y partes de carros. También sobresalían las ruedas y muebles de autos, inodoros, sillas y botellas plásticas, y hasta una enorme piscina plástica. Basura que se ha acumulado por años a la sombra del bosque playero.
Jessica Velázquez, maestra de Ciencias de Nuestra Escuela y coordinadora de la actividad, atribuyó el problema de la gran acumulación de basura en los humedales adyacentes al Río Grande de Loíza, a que cada día Puerto Rico tiene menos vertederos mientras la gente genera más y más desperdicios. Asi también a la acumulación que se genera cuando el río crece o sube la marea, agregó.
No empece al árduo trabajo en la desembocadura, los jóvenes de Nuestra Escuela, que tiene sedes en Caguas y Vieques, contaron en esta ocasión con la ayuda del alcalde de Loíza, Eddie Manso, junto a un equipo del Departamento de Reciclaje del Municipio y de la Corporación para la Sustentabilidad Ambiental de Puerto Rico (COSUAM).
"Estamos comprometidos con la conservación del planeta y del ambiente", dijo el alcalde a preguntas de Prensa Comunitaria sobre su participación en la actividad. Informó que todos los miércoles realizan una "Operación Impacto" en diferentes comunidades loiceñas, a las cuales se les orienta sobre la importancia del reciclaje y de mantener la comunidad limpia para la conservación del ambiente. La finalidad del Alcalde es hacer de Loíza el pueblo más limpio de Puerto Rico, pero admitió que no ha desarrollado una campaña con ese fin en específico.
Por su parte, Velázquez dijo que su meta es que los estudiantes desarrollen una conciencia ambiental y comprendan que haciendo es que se aprende. "Aunque sea difícil la motivación y coordinación de la limpieza del medioambiente, lo importante es hacerlo y ser perseverante. No importa si me ayudan 10 ó 20 personas o una sola, voy a seguir realizando la actividad cada tres meses", manifestó.
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1 comentario:
Si les interesara hacer un jardin
pragmatico en alguna escuela en la cual existan las condiciones, organizacion...
Dejen saberlo.
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