lunes, 22 de febrero de 2010

Los mogotes de Pandora

Por Daniel Colón-Ramos / Especial El Nuevo Día

Este es el segundo de una serie de tres artículos donde discutiremos conceptos científicos reflejados en la película Avatar. Esperamos que esta serie ilustre cómo la magia de Pandora es sólo una reflexión sobre lo fantástico que es nuestro entorno y cómo las ciencias ayudan a exponernos a esa “magia” presente en nuestro planeta Tierra y en Puerto Rico.

La película Avatar se desenvuelve en la luna de Pandora, un mundo fantástico y de gran belleza donde los humanoides nativos, los Na’vi, comulgan con un entorno natural majestuoso. Uno de los ecosistemas más singulares y mágicos presentados en Avatar son las montañas Aleluya, las famosas montañas flotantes de Pandora.

Montañas flotantes, tengo que admitir, no he visto en nuestro planeta. Eso sí es mágico, y sus representaciones gráficas estuvieron fuera de liga. Pero cuando se le preguntó a los artistas gráficos de donde sacaron la inspiración para crear singular belleza, no me sorprendió su contestación: las formaciones cársicas.

Las zonas cársicas son formaciones geológicas únicas y de gran valor. Son famosas en Asia (en particular en China) por su espectacular belleza, y han inspirado un sinnúmero de pinturas, cuentos y poemas en la milenaria tradición china. De hecho, cuando muchas personas piensan en paisajes de China, se refieren a los famosos paisajes de las zonas cársicas de Asia.

Pero no hay que ir a Asia para entender la inspiración que dio paso a la creación de las montañas Aleluya. En Puerto Rico, sobre el 30% de la superficie terrestre del archipiélago son formaciones cársicas. La mayoría de nosotros las conocemos como mogotes.
Admito que de primera instancia es difícil creer que los mogotes hayan inspirado las montañas flotantes de Pandora: muchos asocian los mogotes con terrenos baldíos de poco valor agrícola, tapones en la número 2 y peajes en la ruta 22. Sin embargo los mogotes son parte de unas formaciones geológicas únicas y espectaculares. Bajo los mogotes yace todo un sistema de cuevas, sumideros y acuíferos de singular importancia ecológica y geológica.

Nuestro carso

La zona cársica se formó hace millones de años y es resultado de la acumulación de sedimentos y esqueletos de organismos marinos.
E está compuesta principalmente de roca caliza que se acumuló bajo el mar antes de que movimientos geológicos y cambios en el nivel del mar la expusieran a la superficie terrestre. La roca caliza es soluble en agua de lluvia.

Por esta razón, cuando llueve, en vez de erosionarse como las montañas de nuestra cordillera central, la roca caliza se disuelve poco a poco, creando espectaculares formaciones geológicas como el sistema de cavernas del Río Camuy, uno de los más grandes del mundo.

Pero el carso también es constituido por espectaculares torres, conos, acantilados y sumideros, entre otras formaciones geológicas. Si a usted aún no le convence que los mogotes y la zona cársica se acercan a la belleza de las montañas Aleluya, dese un paseíto por el Río Tanamá en Utuado y luego déjeme saber si Puerto Rico debe envidiarle algo a Pandora.

Las zonas cársicas de Puerto Rico son únicas en el mundo. Estas zonas albergan la mayor biodiversidad de flora y fauna en todo el archipiélago borincano. Para muchas de las especies que viven allí, la región del carso representa su principal o único tipo de hábitat. La destrucción del carso puede significar la extinción de estas especies. La zona del carso también tiene grandes acuíferos y manantiales. Estos abastos son fuente de agua potable para un cuarto de nuestra población.

La importancia económica y riqueza ecológica del carso dio paso a la Ley del Carso para proteger esta delicada zona del desarrollo comercial y urbano. Recientemente, al menos una propuesta legislativa y una demanda particular ha buscado derrocar esta ley y abrir la puerta a la destrucción de esta infraestructura natural: otra similitud entre lo que pasa en Puerto Rico y la trama de Avatar. No obstante, Avatar es sólo una película y las montañas Aleluya no existen. Nuestras zonas cársicas sí son reales, irremplazables y de enorme valor.
(El autor es profesor en la Universidad de Yale y miembro de CienciaPR.org)

Solicitan Declaración de Hábitat Crítico para el Tinglar en el Corredor Ecológico del Noreste

lunes, 22 de febrero de 2010

San Juan – El Sierra Club radicó una petición formal al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS, por sus siglas en inglés) y a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) para que designe las playas del Corredor Ecológico del Noreste (CEN), incluyendo sus aguas costeras, como “hábitat crítico” para el tinglar. Según la entidad conservacionista, dicha solicitud es necesaria para evitar que la población de tinglares en la jurisdicción de los Estados Unidos pueda desaparecer ante las amenazas de la construcción desmedida en las costas y el calentamiento global.

“Los tinglares han existido desde la época de los dinosaurios. Sería una tragedia que tras más de 100 millones de años, seamos los últimos seres humanos en ver un tinglar salir del mar para anidar u observar como regresan al mismo como recién nacidos. Tanto el gobierno de Puerto Rico como el gobierno federal deben tomar acción inmediata para proteger el Corredor Ecológico del Noreste y sus recursos naturales”, expresó Carl Pope, Director Ejecutivo del Sierra Club.

Las playas del Corredor son consideradas como unas de las áreas más importantes para el anidaje de esta especie en la jurisdicción de los Estados Unidos. El tinglar es la tortuga marina más grande del mundo y se encuentra en peligro de extinción. De acuerdo a la Ley Federal de Especies en Peligro de Extinción, el “hábitat crítico” incluye áreas geográficas "en las que se encuentren aquellas características físicas o biológicas esenciales para la conservación de la especie y que puedan requerir un manejo o protección especial".

La petición del Sierra Club se da a solo días de la primera vista judicial relacionada a la demanda presentada por esta y otras organizaciones pertenecientes a la Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste, impugnando la Orden Ejecutiva firmada por el Gobernador Luis Fortuño, y en la que eliminó de forma arbitraria y caprichosa la designación del CEN como una reserva natural. “Hoy tomamos acción a nivel federal y el miércoles vamos al Tribunal de San Juan para que la Junta de Planificación y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) cesen toda actividad que elimine terrenos o resulte contraria a la Reserva Natural del CEN, según fue designada originalmente, en lo que se evalúa en sus méritos nuestra solicitud para que se declare la Orden Ejecutiva firmada por el Gobernador como nula” señaló por su parte Ángel Sosa, presidente del Capítulo de Puerto Rico del Sierra Club.

Cuando el DRNA empezó a monitorear el anidaje del tinglar en el Corredor en el año 1986, se observaron menos de 10 nidos. Debido a que sus playas no han sido impactas por la construcción, y gracias a la implantación de un exitoso programa de monitoreo, la cantidad de nidos ha aumentado de forma dramática, hasta alcanzar los 456 durante la época de anidaje el año pasado. Esta cifra, sin embargo, podría aumentar más en años venideros, ya que según el USFWS, el CEN es la única área en todo Puerto Rico con playas lo suficientemente grandes y de gran calidad capaz de sustentar una cantidad mayor de nidos.

Las playas del CEN podrían jugar un rol aún más importante en el futuro a medida que otras playas desaparezcan como consecuencia del desparrame urbano, o por los efectos de la erosión costera y el aumento en el nivel del mar a causa del cambio climático. Sandy Point, en la isla de Santa Cruz en las Islas Vírgenes, es la única playa que ha sido designada como hábitat crítico para el tinglar en los Estados Unidos desde el año 1970. A pesar de que se han recopilado datos durante décadas evidenciando un nivel de importancia similar al de Sandy Point, las playas del Corredor no han recibido el mismo tipo de protección.

Contactos:

Camilla Feibelman (Sierra Club): (787) 688-6214

Luis Jorge Rivera Herrera (IDS): (787) 460-8315